Hacer balance del 2015 me hace pensar en que este año y el anterior me han parecido unidos, como si solamente fueran 365 días y no justamente el doble.
Han sido los dos años más extraños de mi vida; dos años que difícilmente llego a comprender; dos años que no voy a olvidar nunca. Miedo, ansiedad y mucha frustración los han marcado.
Hacer balance estos años también me hace pensar en las personas que, consciente o inconscientemente, me han ayudado; gracias a ellas todo ha sido un poco menos difícil. Muchas gracias a todos.
Valdemanco y La Peña del Tejo Inferior, una pequeña gran escuela. (Foto: José Pinilla) |
Hacer balance de este tiempo también incluye valorar cómo el deporte, la montaña y marcarme objetivos han hecho este tiempo más llevable. Y lo han hecho incluso cuando he tenido que renunciar -muy a mi pesar- a algunos de ellos. Es complicado vivir sumido en el miedo y hacer vida normal -y mucho más explicárselo a los demás, al menos para mi que no suelo contar mucho-.
Pequeños pasos para algunos. Grandes para otros. (Foto: Javi Sanz) |
El Cancho Albalá. Buena escuela con vías fáciles para días tranquilos. (Foto: José Pinilla). |
Pruebas superadas. (Foto: Javi Sanz) |
Si entre todos los meses pasados tuviera que elegir uno, elegiría Julio. El día 3 de ese mes, después de mucho curro y muchas dificultades, conseguí mi título de Doctor con la máxima calificación posible. Una sensación rara te recorre cuando termina la Defensa; cumplir un objetivo nos llena, pero siempre nos deja un poco vacíos. Habrá que ir a por más.
Unos días después realicé, gracias a una gran ayuda, una de esas actividades que te marcan un antes y un después; no por la dificultad y no por lo espectacular que sea, sino porque, como sucedió con la Tesis, muestra que el esfuerzo y la perseverancia te llevan allí donde quieres estar.
Unos días después realicé, gracias a una gran ayuda, una de esas actividades que te marcan un antes y un después; no por la dificultad y no por lo espectacular que sea, sino porque, como sucedió con la Tesis, muestra que el esfuerzo y la perseverancia te llevan allí donde quieres estar.
Este tipo de hechos, -y quizás sea la parte más importante- te marca una fuente de motivación, una muesca a la que volver cuando las cosas no vayan como debieran o cuando uno vuelve a pensar en que no es capaz o piensa que no tiene posibilidades.
Incluso puedes volver a ellos cuando ves que quien tienes alrededor no confía en tus posibilidades; ¡Ah! si eso pasa, olvídalos, cambia de rumbo y busca soluciones a los problemas. Si has centrado bien el tiro, las habrá.
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¡Reunión! Ya queda menos para terminar. (Foto: José Pinilla) |
A este balance de hechos habría que sumar una pérdida reciente de alguien muy importante. Perder a alguien que te valora y apoya incondicionalmente no es fácil. Aún así, el rumbo de las cosas fue el mejor, por duro que sea.
Sé que todo esto no es un balance montañero, pero tampoco pretende serlo; es el balance que me apetecía escribir; es el balance que, como tantas entradas en este blog, me recuerda ciertas cosas de las que suelo olvidarme.
"[...]ya sé que es una pobre deformación
pero lo cierto es que en ese durable minuto
uno se siente
solo en el mundo."
pero lo cierto es que en ese durable minuto
uno se siente
solo en el mundo."
Soledades - Mario Benedetti
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