21 de junio de 2015

Hasta que todo encaje

Todas las historias tienen un principio, aunque a veces cueste un poco darse cuenta de cuándo ha empezado todo y nos confundan las apariencias.  Probablemente,  como enamorarse o como el despertar de cualquier pasión, todo empieza con un arqueamiento de cejas, un fruncir de labios y un pensamiento asociado. 

Todo empieza como una especie de estallido interno.

Pequeños lugares con encanto. Pequeñas escuelas con vías interesantes (Foto José Pinilla)
Pero en el transcurso de muchas historias suele ser normal pasar épocas donde nada encaja; épocas que te pueden hacer dudar de todo, empezando por uno mismo.  

Supongo que es ese momento, donde nada parece encajar, donde hay que volver a aprender a hacer que aquellos fragmentos que parecen inconexos tengan una conexión entre ellos. Darse tiempo a uno mismo, perdonarse aquello que ya no tiene arreglo o sentir que nunca se puede satisfacer a todos sin dejar un trozo de uno mismo en el camino.

Preguntarse por qué y responderse con la mayor honestidad. Uno suele saber las respuestas y sólo hay que verbalizarlas intentando no engañarse.

Mikel en "Elevando los sentimientos" (Foto Javi Sanz)
Supongo que preguntarse el por qué de las cosas es inherente al ser humano, aunque cada vez parezca más raro cuestionarse las verdades impuestas a la sociedad en que vivimos.  

Recibimos demasiados bombardeos con miles de recetas de mercadillo para ser feliz; escuchamos a demasiados entendidos en todología que conocen por medio de la ósmosis inversa de las fuerzas del universo todo aquello que a ti te inquieta; se hace demasiado negocio detrás de algo tan importante; nos venden demasiados referentes que sólo son una imagen de ordenador.  A veces cuesta cuestionarse todo eso que parece una verdad inmutable. 

Preciosas vistsas desde La Maliciosa -Muchas gracias al modelo anónimo-
Cuestionárselo todo es positivo, ya sea para encontrar nuevas respuestas o para reafirmarse en lo que uno conoce. Quizas, si todos lo hiciéramos más a menudo, algo cambiaría realmente; quizás la única ideología capaz de cambiar las cosas es la propia búsqueda del sentido, de qué es lo que realmente nos guía.

Cordada en el Espolón Manolín (Foto José Pinilla)
 
Ya sabes, la vida es terreno de aventura.  



"Si pudiera vivir nuevamente mi vida.
En la próxima, trataría de cometer mas errores.
No intentaría ser tan perfecto, me relajaría mas.
Sería mas tonto de lo que he sido,
de hecho tomaría muy pocas cosas con seriedad.

Sería menos higiénico, correría mas riesgos.
Haría mas viajes, contemplaría mas atardeceres,
subiría mas montañas, nadaría mas ríos.

Iría a mas lugares donde nunca he ido,
comería mas helados y menos habas.
Tendría mas problemas reales y menos imaginarios."

J.L. Borges - Instantes

2 comentarios:

  1. Tancredo_Monamour23 de junio de 2015, 1:08

    Ha sido mucha la curiosidad que me han despertado estos pedorrillos con sus comentarios sobre esta entrada. Unas entradas gustan mas, otras menos mas... y tengo que decirte que coincido con los compas, esta entrada destaca. Creo que a mas de uno le has tocado la vena sensible.

    PD: 'todología' y 'recetas de mecadillo' me han encantado, je

    ResponderEliminar
  2. Gracias majo. Siempre es reconfortante escribir algo que te sale de dentro y ver cómo los demás se sienten identificados. Quizás esa es una de las "patas" de este blog que, en el fondo, usa la montaña como excusa.

    Salu2!

    ResponderEliminar