¿Subo o no subo? Se está tan bien aquí abajo... |
Siete de la mañana. Suena el despertador, abro los ojos y apago ese pitido que me ha sacado del poco sueño que he podido conciliar; me pasé un buen rato sentado en el jardín del hotel pensando en cómo centrar la tesina y volví tarde a la habitación. La tele y una serie tampoco ayudaron a cerrar los ojos.
Tenía pensado salir a correr siguiendo el GR-211, que sube Valle de Arán arriba desde Vielha, pero ahora no lo tengo tan claro. No sé, se está muy bien aquí, medio arropado y con los ojos cerrados. Creo que hoy no salgo.
Vuelve a sonar el despertador. ¿Ya han pasado 10 minutos? Venga, no jodas.
Pero esos diez minutos no han pasado tan rápido, y es que la cabeza no ha parado de dar vueltas a muchas cosas, quizás, incluso, a algunas que no debería. Pero, junto con esas, y a modo de contrapoder, también te recuerda otras muchas que te llevan a otros lugares, a otros tiempos, a otras estaciones del año; te lleva a sensaciones pasadas y a la añoranza futura de esas mismas sensaciones.
Y ya no hay vuelta atrás. Tiro las mantas, me levanto y cojo la ropa que dejé ayer al lado de la cama; me visto, me pongo las zapatillas y abro la puerta. Una hora después, 3 pueblos, unas cuantas cuestas y mucho sudor de por medio, vuelvo a la puerta del hotel.
¡Hoy sí que me he ganado el desayuno!
Y es que, siempre, inevitablemente, el primer paso se da mucho antes de comenzar a caminar; la primera zancada siempre se da mucho antes de la línea de salida.
Porque, si se quieren conseguir cosas, no hay otra manera que dejar de estar parado y echar a andar. Y se puede empezar incluso tumbado en la cama y con los ojos cerrados. Quizás no hay mejor forma de invocar a los sueños.
Porque, si se quieren conseguir cosas, no hay otra manera que dejar de estar parado y echar a andar. Y se puede empezar incluso tumbado en la cama y con los ojos cerrados. Quizás no hay mejor forma de invocar a los sueños.
¡Bien hecho! Todavía te quedan munchos años para empezar a vivir de los recuerdos.
ResponderEliminarSaludos
Antonio
¡Muchas gracias Antonio!
ResponderEliminarDe hecho, esperemos que sean pocos los años en los que tengamos que vivir de los recuerdos. :D
Saludos!
Juan Luis