24 de junio de 2015

Otro lugar...

Conocemos el pasado, intuimos el presente, e incluso algunos no dudan de la existencia del futuro. Pero yo cada día me siento en ese vacío desconocido que la teoría relativista denomina como "otro lugar"; en la nada, alejado de todo y rodeándolo todo, donde la luz no alcanza nada, sabiendo de la no existencia de un centro del que tomar referencias, y que a la vez está en todos los lugares, en constante movimiento. Sintiéndome pequeñito e insignificante, una parte infinitesimal del universo con una fecha de caducidad pegada al dorso.

Camino el Aneto, hace ya un tiempo.
Estamos hechos del mismo material que las estrellas; somos pura energía. Podemos ser tan bellos como ellas, dar luz y calor a los demás mientras duremos, darles una pequeña referencia a la que aferrarse por un momento; pero parece que nos empeñamos en poner toda nuestra energía y nuestra pequeña existencia en amargarnos con los demás, en creernos con toda la razón y la verdad; en juzgarnos unos y otros sin mirarnos primero al espejo. Desde la más pequeña pelea a la guerra más atroz nos empecinamos en seguir destruyéndonos, en no querer construir un futuro que nos llene de orgullo y nos haga sonreír.

Quizás estemos hechos de algo diferente que el resto del universo. O, quizás, cuando lo comprendamos seamos capaces de comprendernos a nosotros mismos.
 
 
 
 
Eduardo Galeano
 
P.D: Texto "rescatado" del 2006.

21 de junio de 2015

Hasta que todo encaje

Todas las historias tienen un principio, aunque a veces cueste un poco darse cuenta de cuándo ha empezado todo y nos confundan las apariencias.  Probablemente,  como enamorarse o como el despertar de cualquier pasión, todo empieza con un arqueamiento de cejas, un fruncir de labios y un pensamiento asociado. 

Todo empieza como una especie de estallido interno.

Pequeños lugares con encanto. Pequeñas escuelas con vías interesantes (Foto José Pinilla)
Pero en el transcurso de muchas historias suele ser normal pasar épocas donde nada encaja; épocas que te pueden hacer dudar de todo, empezando por uno mismo.  

Supongo que es ese momento, donde nada parece encajar, donde hay que volver a aprender a hacer que aquellos fragmentos que parecen inconexos tengan una conexión entre ellos. Darse tiempo a uno mismo, perdonarse aquello que ya no tiene arreglo o sentir que nunca se puede satisfacer a todos sin dejar un trozo de uno mismo en el camino.

Preguntarse por qué y responderse con la mayor honestidad. Uno suele saber las respuestas y sólo hay que verbalizarlas intentando no engañarse.

Mikel en "Elevando los sentimientos" (Foto Javi Sanz)
Supongo que preguntarse el por qué de las cosas es inherente al ser humano, aunque cada vez parezca más raro cuestionarse las verdades impuestas a la sociedad en que vivimos.  

Recibimos demasiados bombardeos con miles de recetas de mercadillo para ser feliz; escuchamos a demasiados entendidos en todología que conocen por medio de la ósmosis inversa de las fuerzas del universo todo aquello que a ti te inquieta; se hace demasiado negocio detrás de algo tan importante; nos venden demasiados referentes que sólo son una imagen de ordenador.  A veces cuesta cuestionarse todo eso que parece una verdad inmutable. 

Preciosas vistsas desde La Maliciosa -Muchas gracias al modelo anónimo-
Cuestionárselo todo es positivo, ya sea para encontrar nuevas respuestas o para reafirmarse en lo que uno conoce. Quizas, si todos lo hiciéramos más a menudo, algo cambiaría realmente; quizás la única ideología capaz de cambiar las cosas es la propia búsqueda del sentido, de qué es lo que realmente nos guía.

Cordada en el Espolón Manolín (Foto José Pinilla)
 
Ya sabes, la vida es terreno de aventura.  



"Si pudiera vivir nuevamente mi vida.
En la próxima, trataría de cometer mas errores.
No intentaría ser tan perfecto, me relajaría mas.
Sería mas tonto de lo que he sido,
de hecho tomaría muy pocas cosas con seriedad.

Sería menos higiénico, correría mas riesgos.
Haría mas viajes, contemplaría mas atardeceres,
subiría mas montañas, nadaría mas ríos.

Iría a mas lugares donde nunca he ido,
comería mas helados y menos habas.
Tendría mas problemas reales y menos imaginarios."

J.L. Borges - Instantes